La obra en dos tomos que ahora se presenta por primera vez en español complementa otra titulada Tratado de teología doctrinal, escrita por el que se considera el primer y principal teólogo bautista, cuya obra conserva su influencia hasta el presente siglo XXI: John Gill. 

Este Tratado de teología práctica consta de cinco libros, o secciones, en las que el autor presenta sus convicciones bíblicas sobre la adoración a Dios, y que tratan sobre: 1) Consejos para los cristianos que participan en el culto; según Gill, los adoradores deben experimentar gratitud, humildad y abnegación cuando se relacionan con Dios. 2)  El culto externo, donde se analiza la naturaleza del culto público en la Iglesia y los deberes especiales de adoración que corresponden a pastores, diáconos y miembros de la Iglesia en general. 3) Las ordenanzas públicas del culto divino. 4) Los diversos deberes domésticos, seculares y morales de los creyentes, donde se revisan las obligaciones compartidas por los que participan en el culto privado. 5) Una disertación sobre el bautismo de los prosélitos judíos. 

El autor nos advierte que el Dios trino debe ser el único objeto de la adoración humana. La sabiduría práctica de Gill es útil para todos los cristianos que buscan asegurarse de que el acto de la adoración siempre glorifique a Dios. En definitiva, es una obra que combina a la perfección la ortodoxia con la ortopraxis, al tiempo que muestra la importancia de vivir una vida cristiana que adora a Dios no solo de lengua, sino de hecho y en verdad (1 Jn 3:18)

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