El libro de los Salmos ha sido denominado «el himnario de Israel» por su uso como tal por parte del antiguo pueblo de Dios. En la Ginebra de Calvino, los Salmos eran la única música permitida, y en algunas denominaciones reformadas se siguen utilizando de forma exclusiva en los cultos.
Los Salmos constituyen, sin duda, la parte más devocional de las Escrituras, y son sumamente aptos para expresar las oraciones y alabanzas del pueblo de Dios. Limitarlos, sin embargo, a un uso meramente devocional sería perder de vista su inmensa riqueza teológica y práctica.
La obra original de donde se ha extraído esta edición es una monumental producción de más de dos mil páginas dividida en dos partes: un comentario crítico y expositivo de los Salmos, y observaciones doctrinales y prácticas sobre estos. Es esta segunda parte la que ahora se ofrece al público hispanohablante con el deseo de que su lectura ayude a un mayor aprovechamiento de esta inspiradora porción de la Palabra de Dios. Este primer tomo incluye los Salmos 1-41, que constituyen el Libro I de los Salmos en la Biblia.
El autor, William S. Plumer (1802 – 1880) fue un teólogo y escritor estadounidense, considerado un líder intelectual de la Iglesia presbiteriana en el siglo XIX. Fue autor de más de veinticinco libros, entre ellos los comentarios a Hebreos y Romanos.